Mis Escritos

Mis escritos

son gratutitos

copia y pega

y ya está.

Los derechos de autor son demasiado caros

son la excusa del depredador

para hacer dinero fácil

a costa del escritor.

Por eso prefiero confiar

en que se reconocerá mi autoría.

Por eso, yo regalo mi trabajo

siempre que reconozcan mi autoría...

Copia y pega y es todo tuyo,

con mi nombre en el final.

Gracias

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martes, 4 de agosto de 2009

Lo que me enseñó Doña Correa

El verdadero efecto de una paliza en los niños.

Tengo ya 47 años, hace muchos, muchos años que dejé de ser un niño, y los tiempos; gracias a Dios, han cambiado, desde que crecí han pasado muchas cosas buenas, entre ellas es de notar el surgimiento de la psicología infantil.
Pero en mis tiempos de infancia, en casi todos los hogares, quienes mandaban eran Doña Correa y su fiel sirviente el señor Hebilla. Las palizas eran cosas de todos los días, era la manera acostumbrada por padres y maestros de educar, los maestros solían usar reglas para golpear a los niños en las palmas de las manos o en las piernas o; si el estudiante tenía suerte, lo mandaban al rincón, arrodillado sobre granos de maiz, de cara al muro.
En casa en cambio, cualquier travesura, por nimia que fuera, recibía su dosis exacta de correazos, y no era por falta de amor que nos pegaban, los padres de entonces amaban a sus hijos tanto como nosotros amamos a los nuestros, tan es así que demasiadas veces escuché la redondilla ” esto me va a doler más a mí que a ti” antes de recibir mi paliza, es que no tenían ni idea del daño que hacían pues así fueron educados ellos también.
Pero ¿de qué sirvió tanta violencia?, ¿qué aprendimos de ello?; bien sólo puedo hablar por mí, lo que yo aprendí fue a desconfiar, a mentir, a engañar y a guardar secretos, para explicarlo con ejemplos; si se me decía que abrochara mi camisa hasta el cuello, así lo hacía, obedientemente, hasta que salía por la puerta, entonces la desabrochaba hasta el ombligo. Si se me decía que metiera la camisa dentro del pantalón, tal cual, cumplía las órdenes, hasta que cruzaba el umbral de salida de la casa, entonces volvía a llevar mi camisa por fuera y si se me decía que no caminara como un mamarracho, yo caminaba con toda la seriedad que ameritaba el caso, hasta salir del campo visual de mis padres, ¡entonces volvía a caminar bailado!
-¡No te rías tanto!-decían, y yo reía entre dientes. Y estas son las cosas que quiero revelar, imaginen las que guardé en secreto, en casa yo era un angelito, y en la calle era un demonio, la violencia me enseñó a ser violento, la correa me enseñó a ser hipócrita, y salir de esos defectos no fue nada fácil.

Hoy día

Y cuento esto, porque sé que aún hay padres que usan esos métodos superados y anticuados para criar a sus hijos, cierta vez observé a un padre golpeando a manotazos a su hijo, porque no se aprendía el alfabeto, evidentemente el señor no tenía ni idea de lo que estaba consiguiendo con su comportamiento, estaba enseñándole a su hijo ¡a odiar los estudios!
Si, porque sucede que el niño no puede odiar a su papá, él le da de comer, le da una cama en qué cobijarse de noche y; lo más importante, ¡es él quién le compra sus juguetes! Entonces ¿cómo odiar a la fuente de mis sustentos?, pero la violencia genera odios, recelos y resentimientos; necesariamente, y ¿a dónde van a parar dichos sentimientos exacerbados?, la víctima más cercana es el estudio, pues no puede defenderse (es abstracto) y ¡qué difícil es hacer bien algo que odiamos hacer!, ¡qué tortura el tener que estudiar cuando hemos aprendido a odiar el estudio!
Así que; padres del mundo, antes de rendirle pleitesía a Doña Correa y a su fiel sirviente; el señor Hebilla, piensen bien en lo que hacen, ponderen los resultados de su acción, si lo que desean es que sus hijos los engañen, si lo que quieren es ser los últimos en enterarse de la adicción de sus hijos, o del embarazo prematuro de su hija o de la paliza que su hijo le dió a un compañero de clase, si quieren que sus hijos se transformen en demonios con máscaras angelicales, adelante entonces, péguenles.
Pero recuerden que la psicología infantil es una alternativa confiable, segura y comprobada científicamente. Los padres que se ven obligados a golpear a sus hijos son los que carecen de las herramientas, de las técnicas y de los conocimientos necesarios para educarlos con palabras, pero sucede que dichos instrumentos están al alcance de todos, en cualquier librería, de manera que la única excusa plausible para un padre que golpea a sus hijos es que aquél sea analfabeta, de otro modo no hay excusa, la violencia en los hogares tiene que desaparecer de una buena vez y para siempre.
Gracias a todos por su amable atención.

lunes, 3 de agosto de 2009

Evolución versus Creación

Tal vez, evolución y creación sean conceptos complementarios si son analizados desde un nivel cuántico-relativista.


Pareciera ser que la teoría de la creación ha muerto bajo la guillotina implacable del modelo evolutivo, pero ¿es en verdad esto así? Por un lado, sabemos que la creación no se defiende con argumentos probables sino con dogmas de fe, mientras la evolución ha sido demostrada en cuantiosas oportunidades con datos medibles y cuantificables.
Sin embargo, la evolución todavía presenta numerosas fallas (y es por eso que se le llama teoría, de otro modo se le llamaría ley), sobre todo en el campo de la paleontología, donde hay una gran cantidad de eslabones perdidos en todos los árboles genealógicos de las diferentes especies.
Pero además de esto, otro problema para la evolución procede de la física moderna, sobre todo de la relatividad del tiempo. Si la flecha del tiempo no existe -como parecen indicar los estudios de física cuántica y relativista- sino que, por el contrario, lo que en realidad existe es un ahora calidoscópico, en el que no hay causa y efecto, sino acción, reacción y contra reacción, mediante complejos sistemas de retroalimentación; es decir, que todos los eventos suceden simultáneamente, sin pasado o futuro algunos, con el presente inmediato como único tiempo real; entonces ¿cómo queda la evolución ante estos hechos?
¿Y si lo que llamamos evolución no es tal?, ¿qué tal si el universo como un todo existe desde y para siempre?, ¿qué tal si los dinosaurios están a nuestro alrededor y no podemos interactuar con ellos, por la sencilla razón de que vibramos a frecuencias (o alguna otra característica ondulatoria) distintas?, ¿qué tal si el Big-Bang y el Big-Crunch son los polos opuestos de un universo multidimensional completo y terminado desde un principio?.
Si esto fuera así, lo que llamamos evolución, no sería tal cosa, sino que sería más bien sincronía; es decir que aves, mamíferos y dinosaurios están sincronizados entre sí, a través y por medio del contínuum espacio-temporal; así como también están sincronizados con especies que se desenvuelven en el espacio-tiempo que mal llamamos “futuro”.
Así, tanto la teoría de la creación, como la de la evolución se complementarían en una teoría de la sincronía de las especies a través del contínuum espacio-temporal, en un nivel cuántico-relativista.
Otra cosa más, si es verdad que la flecha del tiempo no existe, ¿cómo sabemos que los fósiles provienen todos del pasado?, ¿cómo sería imposible que algunos de ellos provengan del futuro? El dilema evolución versus creación solo será resuelto cambiando los paradigmas desde donde nos enfrentamos a la realidad, el Universo no es un gigantesco mecanismo de relojería, ni el hombre es una máquina, por el contrario, ambos son sistemas interrelacionados, interdependientes y orgánicos, lo que algunos científicos han denominado sistemas disipativos.
Incluso cabe la probabilidad de que esto que llamamos universo no sea otra cosa que una macrocósmica célula de un ser vivo del cual todos somos parte, incluyendo todas las galaxias y cúmulos de galaxias que lo conforman.

El Virus, ¿factor de Evolución?

Hipótesis que plantea la posibilidad de que los virus sean factor de evolución y su probable procedencia.


Los virus son pequeñas moléculas de ADN (ácido desoxiribonucléico) capaces de reproducirse e infectar así toda clase de organismos vivientes. Ellos se instalan en los núcleos de las células, y utilizan el ADN celular; insiriéndose en él, para duplicarse una y otra vez, produciendo así más virus, tantos de ellos hasta que se produce la explosión de la célula y la liberación en el cuerpo de más todos ellos; listos para multiplicarse nuevamente.
Sin embargo, hay virus que no matan la célula, sino que pasan a formar parte del ADN celular, cambiando el código genético de la célula en cuestión.
Este evento puede llevar a la creación de células cancerígenas, que comienzan a multiplicarse descontrolada y rápidamente. Pero, ¿qué sucede si un retrovirus infecta a una célula germinal?, ¿podría ser que estuviéramos presenciando el nacimiento de una nueva especie?, y ¿de dónde salen los virus?, ¿cómo y cuando se originó el primer virus?
Si pensamos un momento en lo que le ocasionaría a los seres vivos una explosión atómica, veríamos que éstos se evaporarían sin dejar rastro alguno de su precedente existencia, si se encuentran cerca del punto en que ocurrió la explosión. A cierta distancia, en cambio, tendríamos cuerpos carbonizados y tal vez fragmentados, y más allá cadáveres enteros. Pero hay una zona entre las anteriormente mencionadas, en que los seres vivos se desintegrarían en sus componentes moleculares, aminoácidos, tal vez algunas proteínas, y pequeñas moléculas de ADN que podrían transformarse en; o ser de plano ¡virus!
¿Podría ser ese el misterioso origen del virus?, y si la respuesta es afirmativa, ¿cuándo y cómo ocurrió?
Bueno, sabemos a ciencia cierta que hace sesenta y cinco millones de años, un asteroide chocó contra la tierra, aniquilando a los dinosaurios, junto a otras especies; pero al parecer ese evento no fue el único de su tipo en nuestro planeta, es más, pareciera que en este mundo ha habido extinciones masivas varias veces, causadas por el choque de asteroides con nuestro mundo, y el efecto del encontronazo entre un asteroide y un planeta es igual a la explosión de varias bombas atómicas, de modo que es muy posible que los virus no sean otra cosa que fósiles vivientes, restos de ADN de seres vivos ya extintos.
A propósito de evolución, los vellos no son invento de los mamíferos, las tarántulas (que son artrópodos) y las moscas (que son insectos), ya los poseían cientos de millones de años antes de que aparecieran los mamíferos en la tierra.
Y un retrovirus que codifique para el vello de las moscas; por ejemplo, ¿qué efecto tendría sobre las células germinales de un reptil antediluviano?, pues que las escamas se cubrirían de vellos.
¿Y si las plumas de las aves fueran el resultado de la interacción de varios retrovirus en las células germinales de los dinosaurios a lo largo del tiempo?
Las maneras en que los virus infectan a los seres vivos son bien conocidas, y no las voy a explicar, pero recuérdese que algunos de estos virus se comportan como retrovirus y pueden infectar células germinales; de manera que; si después de una extinción masiva, los genes de las especies desintegradas revolotean en la baja atmósfera, o en las aguas, e infectan a las pocas especies sobrevivientes, es de esperar una gran explosión de nuevas especies generadas a partir de las especies sobrevivientes, gracias a los molestos virus -o restos desoxiribonucléicos de las especies extintas-
O sea que, durante los últimos cuatrocientos millones de años, la naturaleza ha estado haciendo lo mismo que hacen (o intentan hacer) hoy en día los ingenieros genéticos, modelando el ADN de las especies a través del virus, como factor de evolución de la vida.

Ansiedad y miedo

La ansiedad es un trastorno consistente en presentar los síntomas propios del miedo sin que haya una causa externa o aparente para dicho miedo, se distingue de las fobias en que; en estas últimas, el factor externo que desencadena el ataque de pánico existe, el miedo es exagerado, pero la causa externa la hay.
En los estados de ansiedad el paciente presenta sudoración fría, taquicardia, escalofríos, temblor en las extremidades, bajas de tensión, respiración jadeante y todas las características que presentaría cualquier persona que se encontrara acorralada por un tigre hambriento, con la salvedad de que el tigre no existe.
El ansioso no sabe a qué le tiene miedo, y la única manera de salir de dicho síndrome es mediante las terapias psicológicas, como la terapia cognitiva, la programación neuro-lingüística, el análisis transaccional, y por medio de la meditación, concentrándose en preguntas como:
¿A qué le tengo miedo?
¿Qué es lo que me provoca este estado de miedo continuo?
¿Qué es lo que tanto me preocupa?
Una vez que las razones ocultas en el subconsciente saltan a la luz de la conciencia, los síntomas suelen disminuir e incluso desaparecer, ya que la persona ansiosa se da cuenta de que los eventos que desencadenan sus ataques son condicionamientos, o hechos que ocurrieron muy atrás en el pasado; o en todo caso, cosas de las que nada tiene que preocuparse.
De modo que una vez que las causas del miedo quedan al descubierto, un sencillo ejercicio de reflección y análisis suele bastar para terminar con la pesadilla.
Porque aunque no haya una causa externa real para la ansiedad, las razones existen, sólo que están enterradas muy profundo en el baúl de los recuerdos, y desde allí desencadenan los ataques sin que nos percatemos de ello, ni que entendamos qué es lo que nos sucede.
Quiero finalizar diciendo que es muy importante para quienes sufren de ansiedad u otros síndromes (como la depresión, la culpa, la vergüenza y la rabia patológicas -es decir sin causas externas o concientes que las desencadenen-) que busquen ayuda psicológica y/o psiquiátrica, no hace falta estar loco para consultar a un profesional de la medicina, ni hay razón para esperar a perder la razón para salir de esos infiernos, buscando orientación profesional adecuada.
Y la enfermedad nunca engendra culpa, nunca…

La depresión

La depresión es un síndrome de tristeza crónica sin causa externa o conciente que la genere, el afectado se siente como te sentirías tú al perder un familiar o un amor profundo, es decir que presenta todos los síntomas propios del duelo, sin que; pero se te haya muerto nadie.
Una profunda tristeza mezclada con una fuerte dosis de desánimo y apatía, carencia total de voluntad, además de fatiga y cansancio, son algunas de las características que definen a la persona deprimida.
A veces le cuesta dormir, a veces se despierta en mitad de la noche (muchas veces, por cierto) y luego no puede volver a pegar un ojo en toda la noche, y para colmo el deprimido ve todo gris o negro, la vida le parece muerte y la muerte asoma como única solución a su profundo y continuo sufrimiento.
El mayor problema con la enfermedad que nos ocupa, es la distorsión de la realidad, un día soleado es un día bochornoso, un día lluvioso es un día nefasto, un día de fiesta es un día aburrido, todo el mundo pareciera estar en contra del sujeto en cuestión, (nadie me quiere, soy un estorbo, nadie me soporta, todo lo hago mal, nada de lo que hago sale bien, soy un desastre), y nada parece tener sentido, la vida se vuelve tan insípida que lo único que provoca es buscar al chofer del planeta para que nos deje en la próxima parada.
La depresión es un laberinto oscuro, de aislamiento voluntario, que muchas veces termina somatizando las tristezas en dolores sin causa, en las articulaciones, en el estómago (como un peso imposible de eliminar), también bajan las defensas de manera que el deprimido suele ser atacado por infecciones o incluso puede llegar a desarrollar tumores y enfermedades cancerosas.
Incluso, uno se llega a acostumbrar al estado depresivo, y ya no ve a la depresión como enemiga sino como cómplice, como a una vieja amiga totalitaria y mandona, que pero nos hace compañía, y como es mejor estar mal acompañado que solo…
Las causas de la tristeza y apatía crónicas (en eso es que consiste el síndrome) si existen, pero son inconcientes y la persona enferma las desconoce, por lo general son creencias erradas y generalizaciones, del tipo “todas las mujeres son malas” o “todos los hombres son iguales”, también pueden ser recuerdos reprimidos de eventos traumáticos del pasado, los desencadenantes del estado depresivo, o un mapa mental negativo que mina y destruye la autoestima, tanto es así que las personas que sufren de estados depresivos suelen aplicarse el autosabotaje, -incluso, para mi no tendría nada de raro que la ciencia llegara a descubrir en un futuro cercano.
Que tanto la leucemia, como las enfermedades autoinmunes, los tumores y cánceres y otras patologías estén íntimamente relacionadas con los estados depresivos, conformando una especie de suicidio lento, pero seguro; también la imposibilidad de abandonar adicciones entraría dentro de este cuadro- y la única manera de salir de los estados depresivos es llevar a la luz de la conciencia esas cosas inconcientes que generan la tristeza crónica, sustituir las creencias que generan este cuadro patológico por creencias más sanas, reeducar al enfermo de manera que desaparezca de su vida el autosabotaje, alimentar su autoestima mediante el elogio sincero, la celebración de sus pequeños éxitos y la división de sus metas en objetivos tan pequeños que sean fácilmente alcanzables, retomar los traumas pasados y reinterpretarlos a la luz de los nuevos conocimientos, en fin no es nada fácil, pero es perfectamente posible, la terapia cognitiva, el análisis transaccional y otras formas de terapia Gestalt logran dichos objetivos en breve, también la programación neuro-lingüística y la meditación son de gran ayuda (lástima que la terapia psicológica sea tan cara y no está al alcance de los pobres, pues es en este sector de la población donde la depresión cobra su mayor cantidad de víctimas).
Este ensayo es hipotético y no debe sustituir en ningún momento a la ayuda profesional, solo espero que haya quedado claro que la depresión ni es invento ni es excusa, sino que es una enfermedad difícil y pesada, y cuando a un deprimido le dices que todo es cuestión de voluntad, de querer hacer, de querer mejorar, les aseguro que eso en lugar de ayudar lo que hace es empeorar la situación, porque verán; es verdad que querer es poder, pero para uno que sufre de apatía (ausencia de voluntad), eso de nada sirve, porque cuando no hay voluntad ¿cómo hace uno para querer?
En última instancia recuérdese que el desenlace de una depresión no tratada es el suicidio…

Introducción a la célula

La célula es la unidad morfológica y funcional de los seres vivos, esto significa que todo ser vivo está constituido por células, así podemos dividir a los seres vivos en unicelulares (aquellos constituidos por una sola célula como las bacterias y los protozoos) y multicelulares, que son todos los demás organismos, y que están constituidos por muchas células, generalmente, millones de ellas.
La célula es entonces el organismo vivo básico y el más simple -aunque los virus son más simples que la célula, no se pueden considerar vivos hasta que infectan a una de estas-, su tamaño varía mucho, las hay tan pequeñas que solo pueden ser vistas al microscopio, y tan grandes que se ven a simple vista; como es el caso de los huevos; donde lo que llamamos clara es el citoplasma y lo que llamamos yema es el núcleo;
Y también las hay microscópicas pero muy largas, como las neuronas que en algunos animales pueden tener varios metros de largo.
La célula es siempre un sistema abierto que interactúa con su entorno, intercambiando con este último, materiales para su mantenimiento y reproducción, a través de un mecanismo conocido como ósmosis.
De manera que toda célula es un organismo vivo, autónomo e independiente, que interactúa con su entorno y es capaz de sobrevivir aisladamente, si las condiciones del medio en que se encuentra les son favorables.
Las células se dividen en procariotas y eucariotas, las procariotas tienen su material genético concentrado dentro del citoplasma pero carecen de una pared divisoria que separe a este material (los cromosomas) del resto de la célula, las bacterias y las algas verde-azules son procariotas; las células eucariotas tiene sus cromosomas separados del resto del ambiente celular y encerrado en un órgano denominado núcleo, que está rodeado de una membrana semipermeable, la membrana nuclear.
Todas las células están constituidas por un gel; una substancia acuosa de tipo coloidal que se denomina citoplasma, la cual a su vez está rodeada de una membrana semipermeable que la separa del medioambiente en el que vive, y que está constituida mayormente de fosfolípidos, a dicha membrana se le conoce como membrana citoplasmática, y es la responsable de la ósmosis celular, y por tanto del intercambio entre la célula y el ambiente.
Las células vegetales, además de la membrana plasmática, presentan también una pared rígida constituida de celulosa, que se denomina pared celular.
Dentro del citoplasma encontramos órganos celulares, que tienen funciones específicas dentro de la vida celular, así tenemos el retículo endoplasmático, con sus ribosomas, el aparato de Golgi, las vacuolas, los lisosomas, y en las células eucariotas tenemos las mitocondrias y en las vegetales tenemos además los cloroplastos.
En las mitocondrias se realiza el fenómeno de respiración celular y en los cloroplastos, la fotosíntesis.
En las células de los organismos multicelulares existen dos tipos de divisiones celulares, mientras que en los unicelulares la división celular es de un solo tipo:
La mitosis consiste en la división de una célula en dos idénticas entre si (como en una clonación), mientras que en la meiosis (propia de los fenómenos de reproducción sexual) hay intercambio y mezcla de material genético de dos individuos, mediante un proceso conocido como Crossing-over, en que los cromosomas procedentes de cada progenitor, intercambian genes con los cromosomas del otro progenitor.
Continuaré con este trabajo acerca de la célula por medio de entregas; debido a que el tema es demasiado complejo como para abordarlo en una sola entrega.

Creencias, generadoras de motivación

Antes de entrar en materia, es menester identificar qué es una creencia.
La creencia es un concepto, una proposición, la cual creemos verdadera, ya sea a nivel consciente o inconsciente, y; por lo general, nos negamos a discutir su validez.
Todos nosotros tenemos sistemas de creencias formados desde que nacemos, que nos son dadas por nuestros padres, profesores y maestros, amigos, libros, etc.; es decir por todo aquello que conforma nuestro entorno.
Las creencias motivan nuestros comportamientos; son pues los motores de nuestras conductas, independientemente de que tengamos o no conciencia de ellas, además las creencias tienen su propia química, se combinan de maneras que aun no han sido estudiadas, aunque ya la programación neuro lingüística ha comenzado a hacerlo.
De modo que, según los resultados conductuales que genera nuestro sistema de creencias, podemos decir que algunas son negativas y otras son positivas, mientras que según la fiabilidad de la fuente de dónde se originaron podemos clasificarlas en científicas y dogmáticas, y según su comprobación en verdaderas o falsas.
Son parte de nuestro sistema de creencias los refranes y proverbios que hemos asimilado, los libros que hemos leído, las conclusiones a que hemos llegado dada nuestra experiencia vital, etc.
Ahora, sucede que es nuestro sistema de creencias el que motiva nuestra conducta, tanto en el nivel conciente como en el subconsciente e inconciente, de modo que si tenemos creencias erradas, tendremos comportamientos dañinos.
El autosabotaje suele ser el resultado de creencias falsas acerca de la propia valoración, creencias que minan la autoestima, el racismo, el clasismo, la xenofobia religiosa o de cualquier otra índole también tiene su base en creencias falsas del tipo que llamamos generalizaciones, y cuando dichas creencias son inconcientes, pareciera peor el resultado conductual, ya que al desconocer el individuo dichos prejuicios, no tiene ningún control sobre ellos.
Por ejemplo, a un niño blanco se le dice que todos los negros son ladrones, a un niño negro se le convence de que todos los blancos son explotadores, o también, todos los italianos somos mafiosos, todos los alemanes son racistas, todos los judíos son estafadores; etc.
Como dije antes, dichas generalizaciones pueden ser conscientes o pasar inadvertidas por el que las sufre, en el primer caso tenemos el fenómeno de la xenofobia, y en el segundo una sensación de aversión que la persona no entiende, y racionaliza con frases como “yo no tengo nada contra los italianos pero me dan mala espina, aunque no sé porqué”.
Pero el sistema de creencias no es solo causante de la xenofobia, también encadena a conductas negativas, llevándonos a cometer una y otra vez los mismos errores.
Ejemplos de este tipo de creencias son:
“El lobo pierde el pelo pero no pierde el vicio” y “árbol que crece torcido nunca su rama endereza”; o sea que si robé una vez, ladrón para siempre (o lo que sea que haya hecho mal), y sucede que la vida es cambio, y que el perro es un lobo que perdió el vicio sin haber perdido el pelo y que el árbol tuerce su rama cuando está en la sombra y busca la luz (fototropismo)
“Mucho ayuda el que no estorba” mi papá (o mamá o maestro o lo que sea) me cree estorbo, soy un estorbo, por tanto no valgo nada.
“Las palizas acomodan a la gente”, es decir que mis padres me pegan para corregirme, entonces para corregir a mi esposa tengo que molerla a palos.
“Me duele más a mí que a ti”, pobrecita mi madre, cuando me pega le duele mucho (cinismo)
Además, si crecemos en un ambiente musulmán fanático nos enseñan a odiar a los cristianos, y si crecemos en uno cristiano de la misma índole, aprendemos a odiar a los musulmanes; si crecemos entre republicanos, los demócratas son farsantes y si crecemos entre demócratas los republicanos son corruptos, igual para los comunistas, los capitalistas y para cualquier -ismo que la sociedad haya acuñado.
Es muy posible que todas las enfermedades mentales, neurosis y psicosis, estén arraigadas en un sistema de creencias disfuncional e inconsciente, que trabaja según su propia química desde las profundidades de los laberintos de nuestras mentes, de manera automática y obligándonos a hacer lo que no queremos y a no hacer lo que si queremos.
Después de todo, ¿cuántos de nosotros no nos hemos sorprendido alguna vez diciéndonos; con total sinceridad, “no sé porque lo hice, no sé qué me pasó”?
Los sistemas de creencias que hemos forjado a través de toda la vida motivan nuestras conductas, y si somos incapaces de controlarnos, es necesario individuar aquellas creencias virulentas, eliminarlas y sustituirlas por creencias sanas, el problema que se presenta aquí es ¿quién nos dice qué creencias son beneficiosas y nutricias y cuales en cambio son dañinas?, la respuesta a esta última pregunta ha de ser el resultado de estudios e investigaciones neuro lingüísticas, semánticas y psicológicas.
Dijo Cristo: “como piensas así eres”, y “no es lo que entra en tu boca lo que te daña, sino lo que sale de ella” - o sea las creencias negativas- y “lo que abunda en tu corazón es lo que sale de tu boca”, y “la higuera solo higos puede dar, no puede dar otra cosa”. Son los sistemas de creencias los que determinan nuestras motivaciones y sólo cuando aprendamos a conocer la química de dichos credos podremos tener elementos para construir esa sociedad utópica que todos queremos y en la que tan pocos aun creemos pueda realizarse.

Ciudades Prisiones

Se supone que las cárceles tienen como función regenerar a los delincuentes para reintegrarlos a la sociedad como personas útiles y decentes.
Pero el sistema carcelario mundial parte de un base totalmente errada, la base de que privando al delincuente de su libertad se le regenera.
Si encerramos a un animal en una jaula, sólo podemos esperar una de dos clases de conductas, o el animal se vuelve inquieto y aumenta su agresividad o por el contrario se vuelve apático y no come, echándose a morir, y aunque algunos se resignen a su situación, no se puede decir que sean normales, prueba de ello sea lo difícil que es obtener crías en cautiverio.
Si esto es así para los animales que carecen de consciencia, cuanto peor no será para las personas, que además valoramos por sobre todas las cosas la libertad y el libre albedrío.
Claro, que concuerdo en que es necesario aislar a los criminales de la sociedad, pero privarles de su libertad no es la solución, ya que no solo no los regenera, sino que además empeora sus mañas, agregándole a sus ya difíciles situaciones, odio, rabia y encono.
Por eso creo que la solución más beneficiosa y viable sea la que aparece en el Antiguo Testamento, la de crear ciudades prisiones, con vigilancia para evitar fugas y con orientadores psicológicos, talleres y fábricas en que los presos puedan desenvolverse trabajando, y claro, en lugar de encerrarlos en jaulas, darles apartamentos tipo estudio, con todas sus comodidades y la libertad de moverse en las calles de la ciudad en cuestión, de manera que el aislamiento social necesario no signifique enjaulamiento brutal y privación salvaje de la libertad.
La orientación psicológica tendría que ser obligatoria, y de ser necesario (en el caso de psicopatías) habría atención psiquiátrica para los casos graves.
Al terminar la condena, el preso habrá aprendido un oficio que le permita ganarse la vida decentemente, y habrá sanado de todas las creencias erróneas que lo llevaban a acometer conductas peligrosas para sí mismo y para su entorno.
Recordemos que en el momento de nacer, todos somos bebés inocentes y que los criminales y delincuentes no son otra cosa que enfermos del alma, que requieren de atención psicológica urgente.
¿En verdad queremos regenerar a los presos?, y entonces ¿cómo es que los encerramos en celdas tan pequeñas?

Síndrome de Encono

Algunos psicólogos han hipotizado que los psicópatas carecen de sentimientos, pero señores; ¿sin sentimientos?, sólo los seres inanimados, las piedras y los muros, porque hasta las plantas tienen sentimientos.
Hubo una época de mi vida en que estuve muy cerca de terminar con una psicopatía de tipo agresiva, pero me liberé de ella, gracias a Dios antes de caer en laberintos de los que ya no se sale.
Yo creo más bien que el psicópata sufre de encono, al igual que el deprimido sufre de tristeza y apatía y el ansioso sufre de miedo, dicho encono no responde a causas externas o concientes, pero las causas existen.
Para mi, las personas que caen en la psicopatía son las más sensibles, aquellas que acumulan rabia a lo largo de su vida, sin aprender a expulsarla de sus sistemas hasta que llega el momento en que el individuo explota, se vuelve (entonces y solo entonces) insensible, pues termina alienándose de sus sentimientos.
Me di cuenta de que sufría de dicho encono alrededor de los doce años, cuando mi padre me presentó a dos amigos suyos, y yo; sin conocerlos siquiera y sin motivo alguno para ello, sentí un fuerte impulso de golpearles, y tuve que apretar mis puños hasta clavarme las uñas en las palmas de las manos para no lanzarme contra estos desconocidos.
Esta rabia sin motivo es un sentimiento, horrible, si; pero un sentimiento al fin.
De modo que he querido tomarme la molestia de hipotizar la posibilidad de que exista un síndrome de rabia en ausencia de estímulos externos, así como existe la ansiedad (miedo sin estímulos que lo provoquen) y la depresión (duelo y tristeza carente de estímulos que los provoquen)
Los niños abusados, aquellos que viven en hogares y entornos violentos, crecen para transformarse en una bomba de tiempo, pues sufren del síndrome de encono; para llamarlo de alguna manera, y la terapia cognitiva, el análisis transaccional y otras técnicas de psicología Gestalt que parecen funcionar muy bien en los casos de ansiedad y depresión, deberían funcionar también en las psicopatías de índole agresiva, si tan sólo los psicólogos se atreven a aceptar que el desequilibrio en la rabia natural y sana es también una enfermedad curable; cuyas causas están dadas por creencias falsas, distorsión de la realidad, traumas no superados, etc.
No solo creo que exista un síndrome de encono, causante de tantos homicidios en serie, también creo en la existencia de un síndrome de culpa y un síndrome de vergüenza consistentes en culpa exagerada y vergüenza ajena, incluso ante la ausencia tanto de causas como de estímulos externos.
Este ensayo es apenas una introducción a estos temas que iré profundizando a medida de que me vaya documentando más y profundizando mejor, espero que haya tanta bibliografía respecto a la rabia, la culpa y la vergüenza (como enfermedades y síndromes) así como la hay ya respecto de la ansiedad y la depresión.